Cuando imagino la navidad, mi cabeza piensa en blanco y dorado. Blanco por la nieve y dorado por el fuego de la chimenea. Ambos colores me gustan por separado pero combinados me chiflan. Juntos transmiten armonía, elegancia y sofisticación.
Por eso, estas fotos me parecen preciosas. Creo que los dueños de esta casa han acertado con la decoración navideña que no han olvidado en ningún rincón de su hogar.
Y a vosotras qué os parece?
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